La matriz BCG también es conocida como matriz de crecimiento, matriz de inversión o matriz de participación. Se utiliza cuando las empresas quieren posicionar sus productos o unidades de negocio en el mercado. Su objetivo principal es el ayudar a tomar las mejores decisiones a nivel de enfoque de negocios, pero particularmente en lo que tiene que ver con las inversiones.
Básicamente con la matriz BCG, una empresa adquiere la capacidad de decisión con respecto a si es mejor invertir o simplemente retirarse del mercado. Para ello, la empresa tiene que analizar las características principales de la matriz BCG, las cuales consisten de dos ejes: el eje vertical, que corresponde al ritmo de crecimiento del mercado y el eje horizontal, que corresponde a la cuota de participación en el mercado.
Gracias a esto la empresa puede colocar sus productos o unidades de negocio en función de cuatro zonas posibles:
- Negocios “estrellas”
- Negocios “vacas lecheras”
- Negocios “interrogantes”
- Negocios “perros”
Negocios estrellas. Un producto estrella es aquel que genera buena rentabilidad, sin embargo requiere de mucha inversión. La ventaja es que se venden una gran cantidad de productos y eso permite posicionar fuertemente a la empresa en el mercado.
Negocio vacas lecheras. Se trata de un tipo de negocios que son considerados como indispensables para supervivencia de la empresa, debido a que no necesitan de una gran inversión y tienen la ventaja de que generan ingresos. A pesar de que son negocios poco rentables, consiguen mantener bien posicionada la empresa en el mercado y si bien el volumen de ventas no es muy alto, el coste de inversión es bajo para la empresa.
Negocios interrogantes. Se trata de negocios donde se trabaja con productos innovadores en un mercado emergente. En consecuencia se requiere de una inversión constante y no se sabe realmente si dicha inversión generará la rentabilidad deseada. Por lo tanto, su futuro es completamente incierto, aunque eventualmente este tipo de negocios interrogantes pueden terminar convirtiéndose en negocios estrellas.
Negocios perros. En este caso se trata de negocios con productos que se encuentran en la fase última de su ciclo de vida. Por lo tanto no se les considera como productos de calidad y como resultado, el volumen de ventas es bastante escaso. En la mayoría de los casos, este tipo de negocios no resultan rentables para la empresa, por lo que muchas veces se aprovecha el momento para evaluar su permanencia en el mercado, algo que puede significar asignar esos recursos en negocios más rentables.